Memorias de Carpago
Cada dia sentimos de una manera diferente y se convierte en nuestro centro de gravedad una idea distinta, un pensamiento irrefrenable que hace desaparecer el negro miedo que ayer nos invadio o la exultante alegria y optimismo que nos elevo.
jueves, 30 de diciembre de 2010
LA PAZ Y EL MIEDO
Miedo y Paz, Paz y Miedo.
Dos sentimientos distintos y también opuestos,
dos trajes diferentes que todos llevamos o que vestiremos,
y sin embargo aun con frío, nunca jamas superpuestos;
a la una la rompe el otro,
y cuando este desaparece, a aquella la trae el viento;
la Paz ilumina el Alma, y el miedo solo nos lleva al Miedo.
Carpago
No soy capaz de recordar otros sentimientos, opuestos o no, que llenen de forma tan intensa nuestras experiencias vitales hasta hacer que una misma situación pueda presentarse ante nosotros como la mas dichosa o la mas inquietante.
El miedo, viejo compañero de viaje de casi todos nosotros, se nos presenta desde orígenes múltiples, casi infinitos, siendo difícil que ningún hombre escape a alguna o a muchas de sus trampas; miedo al dolor o la muerte, al desamor y la soledad, a la traición y la deslealtad, y en nuestro tiempo, a cuantas situaciones derivan de la penosa precariedad de nuestros negocios o de nuestros trabajos; pero también a los enemigos, la mayor parte de las veces desconocidos, que nos convierten en el blanco de insidias o calumnias, sin importancia o no, y finalmente esa horrible sensacion de turbación que nos asalta sin saber porque, y que desde la ignorancia identificamos como mal presagio o premoción.
El Miedo nos atenaza e inmoviliza, equivoca nuestras decisiones y radicaliza nuestro carácter hasta aislarnos, el miedo oculta nuestras virtudes y exacerba nuestros defectos, convirtiéndonos al fin en cómicas caricaturas de nosotros mismos; hasta que un día y muchas veces sin saber muy bien porque, una mano amiga o un propio ataque de rebeldía nos enfrenta con el, y le vencemos, y a partir de ese momento todo se invierte y donde solo veías debilidades y barreras, de pronto apareces otra vez TU, en toda plenitud, como solo tu te recordabas, capaz de enfrentarte a cuantas situaciones te depare el destino, notando que una densa sensacion de bienestar te invade desde lo mas profundo de tu ser, y ves como además la transmites en forma de alegría contagiosa a cuantos te rodean proporcionándoles seguridad, y entonces te ha invadido la Paz.
Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza
del cielo se abre como una boca de muerto.
Tiene mi corazón un llanto de princesa
olvidada en el fondo de un palacio desierto.
Tengo miedo. Y me siento tan cansado y pequeño
que reflojo la tarde sin meditar ella.
En mi cabeza enferma no ha de caber un sueño
así como en el Cielo no ha cabido una estrella.
PABLO NERUDA
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Buena reflexión y acertada. Creo, personalmente, que hay dos temores que fátidicos cuando se transforman en reales : LA SOLEDAD y LA DESLEALTAD.
ResponderEliminarLa virtud y el coraje está en seguir y no dejarse vencer. Hoy, más que nunca, entre los ancianos son las dos plagas de más frecuencia que les asolan.
Un abrazo
Yo asocio siempre la soledad y la deslealtad como las principales causas de ese miedo, y sobre todo como dices en los ancianos que ven cumplidas sus peores espectativas, el abandono y la traicion de aquellos a los que tanto dieron y eso les enfrenta ante el miedo, el peor, al vacio y a la tristeza eterna. Enfin, seguramente un tema como este lo charlariamos mejor de potes por lo Viejo y en directo. Un abrazo Javier.
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