CARTA A LOS REYES "VAGOS"

            Mis muy esperadas Majestades, supongo que mi primera misión debe ser daros una explicacion por la que justifique mi falta de consideracion al llamaros Vagos donde debí decir Magos, pero es que Vuecencias recordaran que hace dos años que llevo pidiéndoos las mismas cosas sin ningún resultado.
            Seguramente, en vuestro descargo, podríais alegar que mi conducta, en estos años, no fue la mejor posible, y seria verdad, pero no lo es menos que todos los días de estos desaforados tiempos he visto a mi alrededor y en la television o en la prensa, a gentes que se portan considerablemente peor que yo y a las que, año tras año, no dejáis de satisfacer cada uno de sus mas desmesurados deseos; yo he querido mucho a  los que me quieren, incluso a algunos que no lo hacen, he procurado no hacer mal a nadie, consciente o inconscientemente aunque supongo que no siempre lo conseguí, incluso en alguna difícil situación puse los intereses de muchos por encima de los mios, sin ningún resultado; claro, que no soy santo y por supuesto he cometido errores, pero estoy convencido que ninguno merece el olvido de sus Majestades durante tan largo tiempo.
            Señores Magos de Oriente, hoy es día de Navidad y rememoramos vuestro larguismo viaje, hecho renunciando a vuestros suntuosos palacios para seguir un impulso nacido del corazón y que con forma de Estrella os dirigió hasta la Esperanza, pues en nombre de ella yo os pido, digo mas os suplico, que en vuestro día me traigáis "Paz" para los mios, para todos los hombres y para mi, una paz que nace de la armonía y del amor y que nos permitirá abandonar egoísmos para entregarnos a la reconstrucción de un mundo mas solidario.
            En segundo lugar Majestades os pido "Dignidad", la que se origina en hacer cada uno nuestra imprescindible aportación al bienestar de todos, la que genera a cada uno su Trabajo, con el que sostiene a su familia y ayuda a los mas necesitados.
            Finalmente no os olvidéis de traernos "Justicia", y no os pido mas jueces y abogados sino la potestad, seguramente Divina, de que los hombres sean iguales al margen de su color, condición, riqueza o sabiduría, iguales en su derecho a ser felices y a que desaparezca la Exclusión en cualquiera de sus formas.
            Yo espero, al fin, que Vuestras Majestades Serenísimas tengan a bien concederme mis regalos sin que ello os aparte de vuestra mas sagrada misión, la de dibujar una sonrisa en el rostro de TODOS los niños del mundo.