Memorias de Carpago

Cada dia sentimos de una manera diferente y se convierte en nuestro centro de gravedad una idea distinta, un pensamiento irrefrenable que hace desaparecer el negro miedo que ayer nos invadio o la exultante alegria y optimismo que nos elevo.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

LA CRUELDAD DE LA ESPERA

                     Esperar y esperar y cejar en el empeño, esperar y esperar y retomar la búsqueda, esperar y esperar.
                     Cuantos, como yo hoy, viven en ese tobogan continuo, buscando y preguntando, investigando y por fin solicitando y para una vez mas ser desechados. Es difícil de entender pues tardamos casi una vida en sentirnos tan capaces y útiles como nos creemos; diablos por viejos y por diablos hemos atesorado grandes éxitos y también hemos conocido el fracaso, nos hemos sentido grandes y nos han admirado y respetado. Contribuimos a hacer avances, a crear riqueza y a transmitir alegría, y el mundo que hoy es, es tan hijo nuestro como de los que siguen en el Juego; pero los errores solo se tienen en cuenta a partir de la caída, mientras estas de pie solo son equivocaciones, mas cuando alguna de ellas , un mal día, aparece unida a la intolerancia, la incomprensión o el interés ajeno, se convierte en Fracaso y conlleva pena de soledad, aislamiento y dolor. Quien te respetaba te calumnia, quien te quería te niega y quien en ti se apoyo te repudia convirtiendo tu ayuda pasada en interés malsano y tu cálido apoyo en frío negocio.
                      A partir de ahí, esperar y esperar, consciente de que el reloj de arena que es tu vida, al menos es tan veloz como aquel que mide la espera de la alegría, precursora de la felicidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario