Memorias de Carpago

Cada dia sentimos de una manera diferente y se convierte en nuestro centro de gravedad una idea distinta, un pensamiento irrefrenable que hace desaparecer el negro miedo que ayer nos invadio o la exultante alegria y optimismo que nos elevo.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Viajar es soñar y viceversa

             Hoy hace cuatro años que no hago ningún viaje, que no despierto mi imaginación poniendo en primer plano cuanto se y he aprendido para encontrar un sitio, lejano o no, que estimule mi deseo de ver, oír, oler, tocar o paladear en sensaciones nuevas y desconocidas; hoy hace cuatro años que no busco en mis recuerdos, ansiadas vivencias en lugares conocidos en un libro o en una película, o quizá en un restaurante o ¿por que no? en un periódico.
             Viajar es algo sin lo que se puede vivir hasta el final, muchas personas lo hacen, eso si, a condición de no hacerlo nunca; porque cuando lo experimentas por primera vez, cuando por vez primera te sumerjas en un mundo de información sobre los sitios que no conoces, sobre su clima o su belleza, su historia o su gastronomía; cuando un buen día inicias el camino por tierra, mar o aire, cuando por fin tomas contacto con esa realidad estudiada y compruebas que es parecida a lo que sabias, solo que mil veces mas sorprendente; entonces y a partir de ese momento no dejaras de soñar con el próximo viaje.
             Cada noche, al acostarme, cansado y a veces angustiado por mil avatares que la vida en su desarrollo nos plantea, intento desconectar de la realidad recordando los momentos maravillosos vividos a lo largo de mi vida, muchos de ellos viajando, y si las cosas me van bien, planificando el próximo viaje que preparo con curiosidad e ilusión, y de una forma o de otra, sin darme cuenta, muchas veces ocurre que se produce la dulce transición al sueño.
             Viajar es soñar, soñar como seria tu vida en ese sitio o quizá recordar como fue, si crees a Buda; viajar es jugar por un tiempo a ser otra persona en otro lugar y a experimentar con sus gustos y costumbres, viajar es jugar a ser rico o pobre, a disfrutar de aquello que solo tienen los mas poderosos o a ver y oler lo que ven y huelen los mas pobres, aun sabiendo que pasado un rato te despertaras.
            ¿Y soñar?, vivir una aventura que no ha sucedido, feliz o temible, y luego despertar y descubrir que lo sucedido no paso y que la mayoría de las veces ni siquiera lo recuerdas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario