Memorias de Carpago

Cada dia sentimos de una manera diferente y se convierte en nuestro centro de gravedad una idea distinta, un pensamiento irrefrenable que hace desaparecer el negro miedo que ayer nos invadio o la exultante alegria y optimismo que nos elevo.

viernes, 17 de diciembre de 2010

EL QUINTO DIA

             Hoy es viernes y ese hecho nos marca como el hierro, marca nuestro animo, nuestro humor o nuestro sentimiento, hoy todo sale bien, nada se complica, hoy todo se supera; Hoy todos somos realmente iguales, el viernes no existen parados o activos, y tampoco formales o morosos, a partir de hoy, y durante dos días no hay jefes o subordinados, maestros ni alumnos, no existen los agentes judiciales ni sus embargos, ni siquiera gobierno u oposición se incordian hasta el lunes.
             Para algunos afortunados no existe gran diferencia entre sábado o viernes, trabajando o de vacaciones, disfrutan de todo aquello que han conseguido con su esfuerzo, o que han heredado o que simplemente les ha regalado el destino, que no quisiera yo entrar, hoy viernes, en tan profundas disquisiciones; pero esos pocos disfrutan igualmente del lunes que del viernes, disfrutan en su trabajo, el que soñaron en la infancia, son grandes cirujanos, actrices, empresarios de Internet, futbolistas o pilotos de F-1; estos y algunos mas, disfrutan igual haciendo su trabajo que con los privilegios que les proporciona.
            Para otros, los mas, el viernes tiene un carácter liberador que les permite recuperar el control de su tiempo para dedicarlo a aquellas cosas que mas les gustan, y a las personas que mas les quieren; no significa esto que no sean felices durante la semana, unas veces si y otras no, momentos fantásticos que suceden a horas difíciles, pero sin duda esperan con ilusión hasta que el viernes llega.
            Finalmente los últimos, claro, las personas cuya vida queda en suspenso el domingo por la noche pasando a una especie de congelador durante los siguientes cinco días, convirtiéndose hasta que llegue el viernes en a modo de  zombies, solo pendientes del teléfono, del buzón del correo o del portero automático; atentos aguardan a cobradores y cartas certificadas, a burofax y llamadas intempestivas, desde el deseo de que el silencio no se rompa, pero que si se rompe en el peor de los casos, sea por el aviso de alguien que les busca para trabajar; para ellas y para ellos el viernes es mas viernes, porque salen de la nevera, y en su lugar en la fresquera meten el miedo hasta el domingo.
            Hoy es viernes y todo da igual , el lunes, ¡el lunes Dios dirá!, porque hoy es viernes y ¡el viernes reina la igualdad!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario