Memorias de Carpago

Cada dia sentimos de una manera diferente y se convierte en nuestro centro de gravedad una idea distinta, un pensamiento irrefrenable que hace desaparecer el negro miedo que ayer nos invadio o la exultante alegria y optimismo que nos elevo.

sábado, 11 de diciembre de 2010

TOLERANCIA Y RESPETO versus TERTULIANOS

             Vivimos días confusos, sobre todo para aquello que es importante. Una crisis de valores altera nuestra diaria relación con los demás, minando nuestra convivencia secularmente mas sencilla; basandonos en nuestras relaciones familiares, de amistad o profesionales, nos comunicabamos, unos con otros con facilidad, y ello nos aportaba alguna frustracion, pero sobre todo, grandes satisfacciones y agradables momentos de sintonía emocional con nuestro entorno.
              El siglo XXI ha venido a trastocar nuestros códigos de relación; la mal llamada sociedad de la  comunicacion ha hecho saltar por los aires nuestras solidas bases para relacionarnos unos con otros, imponiéndonos filtros, y aun mas, trabas que antes no existían.
              Dicta nuestra Constitución que el derecho a la Información consiste en que nos sean comunicados los hechos, y que para poder ejercer ese liberador derecho, deben ser VERACES.
              También nuestra Constitución vigente garantiza la libertad ideológica, religiosa o de culto, y el derecho de todos a expresar y difundir libremente pensamientos, ideas y opiniones, y aquí se nos presenta, en toda su magnificencia, el problema, una nueva colisión diaria y constante entre dos derechos fundamentales.
              Ninguna legislacion impone a television o radio, o a la Red, que lo que vamos a ver o escuchar es opinión y no información; la consecuencia era fácil de prever, los partidos políticos, las distintas religiones, las plataformas nacionalistas, o lo que es mas curioso, hasta los clubes de fútbol, comenzaron un proceso de asalto interesado de estos altavoces televisivos y radiofónicos.
              El resultado es que hoy ha aumentado tanto el porcentaje de opinión que solapa, casi de forma absoluta, la información veraz, dejándola reducida practicamente a la meteorología.
              De esta forma es casi imposible para un ciudadano no sentirse invadido de todo tipo de prejuicios, y enfrentado agresivamente a quienes considera, por la influencia de opiniones ajenas, vestidas de información, la causa de sus problemas; un musulmán o un ateo no coexiste pacíficamente con un católico o un judío, ni viceversa, lo aborrece; pero quizá, el mas perverso ejemplo es que hoy los seguidores de un club de fútbol no son madridistas o atléticos, son antibarcelonistas o antimadridistas, y se jactan de ello, tal es el nivel de deformacion de la realidad que vivimos.
              Es patente en nuestra vida diaria, este nivel de radicalizacion en nuestras señas de identidad, esta teniendo una influencia creciente en las relaciones personales, nos están induciendo un patrón que nos impone marcar las diferencias, un baremo que nos impulsa, cada día, a eliminar de nuestros entornos a los que no piensan igual, porque es conservador o progresista, por católico o musulmán, si antimadridista o proguardiola.
              Incluso en los círculos familiares es creciente el clima de crispación por debates de todo tipo que antes no dejaban de ser interesantes conversaciones.
              Ojala solo sea el efecto inicial que nos produce lo nuevo para después rebajar su intensidad, hasta recuperar la sensatez; ojala recordemos que la mayoría de los musulmanes no aprobó el 11-S ni el 11-M, o que la mayoría de los conservadores repudia las dictaduras, que la mayoría de las progresistas no abortan y que casi ningún sacerdote o religioso es pederasta.
              Ojala que todos volvamos a recuperar la TOLERANCIA y el RESPETO, como bases solidas para nuestras buenas relaciones personales,
            









No hay comentarios:

Publicar un comentario