Memorias de Carpago

Cada dia sentimos de una manera diferente y se convierte en nuestro centro de gravedad una idea distinta, un pensamiento irrefrenable que hace desaparecer el negro miedo que ayer nos invadio o la exultante alegria y optimismo que nos elevo.

viernes, 7 de enero de 2011

MIRANDO HACIA MELILLA

            Si tengo que decidir el lugar que me ha hecho sentir mas en Paz conmigo mismo desde que soy adulto no lo dudaría ni por un segundo; es un lugar ciertamente mágico y muy bello, y en el que se produce ese tan buscado crisol de culturas cada día, en cada uno de sus rincones y desde el mas modesto silencio, en los últimos mas de cinco siglos un magnifico ejemplo de tolerancia, y aun mas de verdadera Concordia entre hombres.
           Decía el ilustre bloguero vasco Tellagorri, no hace muchos días, en un estupendo trabajo, a mi juicio, de desmitificacion de las diferencias raciales, que estas no existen, o que al menos no obedecen en su origen a  criterios tan infantilmente adecuados a algunos propósitos políticos, y yo creo firmemente que es verdad y que la ciudad de Melilla es el ejemplo de ello; todos los días allí hablan y se relacionan y se aman y comercian entre si, árabes y judíos e indios y chinos y todos con españoles, y también como es natural se enfrentan y discuten, pero no lo hacen por motivos raciales o religiosos, sino por diferencias comerciales o rivalidades familiares y seculares.
           Solo tenia veintiun años la primera vez que me asome a este complejo mundo, y tuve la suerte de aprender a sortear sus mil complejidades de la mano del hombre con el que mas he disfrutado, y junto a El aprendí los secretos del comercio, y de la relación abierta y franca con otras culturas, de El aprendí el respeto a la diferencia, y El me enseño que con cada minoría se puede convivir desde la naturalidad del conocer y hacer nuestras sus costumbres sin renunciar a las propias, sin imponerlas, solo dándolas a conocer con una sabia mezcla de naturalidad y convicción.
           Con ese otro padre aprendí a abandonarme a la amistad y a la inocente travesura, con el olvide por Melilla y sus calles en una furgoneta, los muchos pesares que desde la distancia me asaltaban y sin el no hubiera sido, para bien o para mal, el que luego he sido.
           No voy a ocultar que todos y cada uno de los melillenses, sea cual sea su raza, sufren y temen cuando casi siempre desde fuera se les utiliza como piedra arrojadiza de unos u otros, tan mezquinos unos como interesados los otros, desde Rabat o Madrid, desde las mezquitas mas radicales o las cavernas políticas menos cercanas, y entonces juntos los melillenses desean el habitual olvido que al final les marca.
           Melilla es ciudad abierta, sin tabús ni maldiciones, y en ella todos, sea cual sea su raza o cultura, se entregan, día a día, a su pacifica y tranquila vida teniendo como patrimonio ser un Crisol de razas.

2 comentarios:

  1. Soy de Melilla y me da pena porque esta claro que a pesar de su cariño hacia mi tierra no interesamos al resto de los españoles y es una pena porque si nos conocieran cambiarian de idea y no la olvidarian.
    Gracias

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  2. Primero me gustaria decirle que la entrada ha tenido un muy alto nivel de visitas de los mas altos de este Blog y en cuanto a los comentarios tambien debo decirle que tambien ha tenido muchos y muy cariñosos en la otra Comunidad donde publico el blog, en la del Pais. Melilla es una parte mas de España y le interesa a todo el mundo lo mismo que cualquier otra como Vitoria o Castellon o Almeria. Gracias por su visita paisano.

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