Memorias de Carpago

Cada dia sentimos de una manera diferente y se convierte en nuestro centro de gravedad una idea distinta, un pensamiento irrefrenable que hace desaparecer el negro miedo que ayer nos invadio o la exultante alegria y optimismo que nos elevo.

sábado, 1 de enero de 2011

HAGAMOSLO POSIBLE TODOS

             Dice el lema de este Blog, que "cada día sentimos de una manera diferente y se convierte en nuestro centro de gravedad una idea distinta, un pensamiento irrefrenable que hace desaparecer el negro miedo que ayer nos invadió", y ese sentimiento irrefrenable que hoy me invade es que hoy ha llegado el momento del optimismo, y que tras tres años en que los signos de los tiempos nos hacían caminar encorvados es hora de ver la vida desde la atalaya del impulso mas continuo y creciente, ha llegado el momento de atrevernos a pensar que las cosas van a empezar a ir bien.
             Los analistas políticos están obligados a comenzar un ejercicio de autocritica que les permita alejar la tendencia, que han convertido en obligacion, de mostrarnos solo el negativo de la actualidad, y a extraer de ella su lado mas sucio y diferenciador, el que nos divide y nos enfrenta, el que no admite el acuerdo o el consenso, y el que al final impide el avance.
             De los economistas esperamos, que ya que no fueron capaces de anticipar la quiebra de nuestro sistema  financiero y mucho menos de diagnosticar los desequilibrios que lo llevaban al borde del precipicio, sean al menos lo suficientemente responsables para, buscando en sus fortalezas, encontrar el camino que nos sirva de atajo a la recuperación.
             Debemos exigir a nuestros políticos que salten por encima de sus estrechas miras, para que unidos en muestra de generosidad y nobleza, apliquen lo mejor de si mismos a la superación de los dramas humanos que esta deparando una situación insoportable para muchos de sus conciudadanos
             Y para todo ello es necesario que nosotros, los ciudadanos, nos hagamos fuertes en el ejercicio de negar la imposibilidad de actuar, de impulsar o de imponer soluciones que reviertan, con urgencia, la injusticia en las vidas de la mayoría, sin ceder a la falsa paciencia, sin tolerar la indignidad como precio asumible de errores ajenos, y sobre todo exigiendonos a nosotros mismos un esfuerzo de solidaridad, incluso mas allá de nuestras cortas posibilidades, en nuestro trabajo, en nuestro negocio o en el libre ejercicio de nuestra profesión.
             Me decía, en su comentario hace unos días un bloguero amigo, que nosotros con la diaria y corta exposición de nuestra visión de la realidad aportamos un recordatorio de que esta es susceptible de transformación y desde luego de mejoras, y en tal sentido debemos redoblar nuestro esfuerzo, cada uno desde nuestro particular idioma, para hacer posible la solución.
             Las comunidades de Blogs son un ejemplo del talento innato que atesora una sociedad como la nuestra y de la riqueza de matices que nos ofrece, pues seamos capaces de abandonar el desanimo y el catastrofismo y pongamos cada uno nuestro granito de arena para conseguir que la próxima Navidad sea plena, y sin borrones que la conviertan en mero paréntesis en la tragedia colectiva, y para volver a ser, como hasta hace tres años, corto descanso y reflexion en medio de nuestra imparable camino al Éxito.

2 comentarios:

  1. Sr.Carpago, creo que todo lo que nos mueve, lo que nos empuja a hacer algo es producto del miedo, del desconocimiento, que nos paraliza a la hora de tomar una decisión;como usted muy bien dice,"" Y para todo ello es necesario que nosotros, los ciudadanos, nos hagamos fuertes en el ejercicio de negar la imposibilidad de actuar, de impulsar o de imponer soluciones que reviertan, con urgencia, la injusticia en las vidas de la mayoría, sin ceder a la falsa paciencia, sin tolerar la indignidad como precio asumible de errores ajenos"".Por eso creo que, ante todo, debemos aliviar la pesada carga que llevamos sobre nosotros de viejos prejuicios, de largas tradiciones, que nos han acomodado en un tipo de sociedad costumbrista y sin ambiciones, debemos olvidarnos del yo y pensar en el nosotros, y quizás de esta forma, iremos desechando tick personalizados, que nos ahuyentan otras formas de ver las cosas, otras costumbres que podrían enriquecernos, si sabemos acoplarlas a nuestra forma de vida, pues todo es mejorable, si sabemos adaptarnos, si sabemos salir de nuestro yo y nuestras circunstancias, entonces veremos un todo en el que tengamos cabida.Todo lo demás, serán parches, que no harán mas que, rasgar mas, la fina brecha que nos une.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Estimado Manuel: quiero decirle que coincidimos plenamente y que como interpreto en sus palabras una sociedad solo puede permitirse estra durmiente en situaciones de bonanza, pero que este no es el caso, y en consecuencia debemos liderar colectivamente los proceso que nos devuelvan el bienestar perdido e incluso el nunca tenido.
    Gracias y un saludo.

    ResponderEliminar