Un día se encontraron en la estepa africana un león viejo y herido con un elefante camino de su muerte, el elefante visiblemente enfermo ya había abandonado la manada y la había dejado en manos de otro macho dominante mas joven, además hijo suyo y el, enfermo y torpe, decidió encaminarse a un lugar lejano donde iban a morir sus antepasados, cuando se hizo de noche, junto a un árbol, paro para comer y recuperar fuerzas y mientras lo hacia de la oscuridad salio un león grande y aparentemente fuerte, pero cubierto de sangre que manaba de grandes heridas, ambos animales se saludaron y decidieron hacer un alto de unos días para descansar el elefante, y curarse el león, dos días después, ya los dos repuestos, el elefante invito a su amigo a seguirle y aceptar su muerte y el león visiblemente indignado le contesto:
--- Yo supongo que como todos me enfrento todos los días conmigo mismo para decidir si soy lo que espero o me he defraudado y todavía hoy, con la mas joven parte de mi vida consumida, no consigo ponerme de acuerdo, me siento mas sabio que imagine, he atesorado conocimientos útiles y provechosos que me deberían convertir en valioso para mi manada, y sin embargo estoy solo si no fuera por el amor que me profesan en la distancia los pocos que he conservado a pesar de mis errores.
Dicen algunos que además transmito con coherencia y facilidad mis pensamientos mas profundos, como también mis emociones mas sencillas, pero no he podido convencer de mis limitaciones o de mis debilidades cuando he necesitado su ayuda, y me ha sido imposible explicar mis fracasos o defender mis intenciones inocentes cuando sus consecuencias se han vuelto contra mi, he intentado aprender cuanto de importante he conocido y en muchos casos lo conseguí, y soy capaz por fin de escuchar y de luego aportar lo que solo yo puedo, y ni aun así he logrado ser escuchado, ni respetado, quizás debiera callar y no decir y no saber, pero para eso debería ser otro.
Fui atacado y vencido a traición, con justicia, por un ejemplar mas fuerte que yo que creyó llegado su momento y oportunidad largamente esperada, y la aprovecho sin piedad, con astucia y consiguió su objetivo y reina dejando atrás mis proezas y hoy nadie me recuerda por que no defiendo mi derrota ni confabule para invertirla, y así comprendieron todos que yo asumía una verdad que no es sino una gran calumnia.
Este es mi momento mas crucial, el de atreverme de nuevo a ser quien soy, y de disfrutar otra vez del sol y de mi fuerza, y de la sabiduría que el guiar y liderar la manada me ha proporcionado, siempre atento a los peligros, siempre alerta a los riesgos, pronto y preparado en todo momento para la defensa en solitario de nuestra supervivencia, pero también aprendí de la derrota y la vergüenza, y hoy, vencido pero no muerto,mi rugido para toda la selva y alzo mi vieja melena a los cuatro vientos: cuidaros, estad atentos, porque ya acecha, esta aquí de nuevo el rey de la selva.
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